De las necesidades a los objetivos
Las investigaciones actuales muestran que: no se conoce la VP ni se identifica en las relaciones de pareja (Muñoz-Granas et al. 2010; Hernando 2007); se normalizan y legitiman las conductas violentas en las relaciones afectivas (Muñoz-Granas et al. 2010); se da una tendencia a justificar las actitudes violentas apelando a los estereotipos y roles de género (Sastre, Arantes y González, 2007); se significan los celos como signo de amor y protección, valorándose positivamente (Yela, 2001); las expectativas sobre el enamoramiento se basan en el mito del amor romántico (Marimón, González y Ros, 2007), y la representación mental que tienen las personas sobre qué es un acto agresivo influye en la frecuencia con la que se cometen agresiones según Archer, Fernández-Fuertes y Thanzami (2010) citado en Fernández-Fuertes, Orgaz y Fuertes (2011).
De todo ello, se derivan una serie de necesidades que guían la formulación de objetivos de este proyecto.
Objetivos generales
Conceptualizar la VP y concienciar al alumnado de la peligrosidad de la aparición de violencias invisibles en la pareja; facilitar la adquisición de habilidades y técnicas para identificar y romper con la VP en las relaciones; promover una actitud de tolerancia cero respecto a las dinámicas violentas de pareja; fomentar una actitud favorable hacia la búsqueda de ayuda en los casos de VP, fomentar el equilibrio cognitivo, afectivo y comportamental en las relaciones afectivas.
Objetivos específicos
Ampliar la representación social de la VP de los adolescentes incluyendo la bidireccionalidad de la misma; conocer los mecanismos a través de los cuáles opera la VP, cuestionar los Modelos Organizadores en torno a la VP; reducir la implicación de los adolescentes en conductas violentas, tanto en el papel de víctimas como en el de agresores; utilizar el grupo de iguales como agente de cambio de mentalidad y construcción de nuevos significados de la VP; eliminar mitos y sesgos relacionados con el amor romántico, adquirir conciencia del carácter gradual y cíclico de la violencia; reflexionar sobre estereotipos, roles de género y su impacto en los modelos relacionales afectivos; romper con la esperanza de cambio para la legitimación de conductas violentas; analizar y evaluar la propia relación de pareja;mejorar las habilidades de comunicación asertiva y resolución de conflictos; transformar a los adolescentes en agentes catalizadores de cambio.